Contenido
- Conociendo a los Osados de las Trail
- Día 1 ruta Portugal trail: El Primer Reto y la Baja Inesperada
- Aventura off-road entre Barro, Arena y Ríos
- Encuentros con la cultura portuguesa y Descanso durante el viaje guiado en moto
- Superando Obstáculos y Riendo en Equipo
- La Recta Final de la ruta off-road y la Despedida en Cádiz
- Reflexiones Finales de la aventura en moto trail por Portugal
Un viaje épico por el sur de Portugal, liderado por Eduardo Naval, nos llevó a explorar caminos llenos de adrenalina y hermosos paisajes naturales. Desde Cádiz y siguiendo la ruta Trans Euro Trail (TET), nuestro grupo de los "Osados de las Trail" se aventuró por pistas de tierra, cruzando ríos, barro y arenas complicadas, hasta llegar a pueblos remotos y montañas estupendas. Con un 90% del trayecto fuera del asfalto, cada kilómetro nos retaba a superar terrenos difíciles, entre risas y compañerismo. A pesar de los imprevistos mecánicos, la experiencia fue inolvidable y terminó con una merecida celebración de mariscos en Cádiz. Una travesía llena de retos y momentos que quedarán impresos en nuestras memorias.
Si algo caracteriza a los Osados de las Trail es su espíritu aventurero y sus ganas de enfrentar cualquier reto sobre dos ruedas. En esta ocasión, Eduardo Naval, el piloto canario y exdakariano, diseñó una travesía épica por Portugal que nos llevó desde Cádiz, atravesando el sur de Portugal, bordeando la frontera con España, hasta cruzar de este a oeste en una ruta circular de regreso a Cádiz. Esta aventura combinó caminos de asfalto y un 90% de pistas de tierra, principalmente sobre la famosa Trans Euro Trail (TET). Pero esta vez, la naturaleza y el clima tenían algunos desafíos preparados para nosotros.
Conociendo a los Osados de las Trail
Este viaje no habría sido lo mismo sin nuestro equipo de moteros, todos listos para enfrentar los desafíos de la ruta en Portugal. Liderados por el experto piloto y guía Eduardo Naval, quien llevaba su KTM 890 ADV, cada uno de nosotros aportó su estilo y personalidad a esta aventura. Jose, con su robusta GS1250, y otro José, con su ágil GS850, no se quedaron atrás en destreza. Mingo se unió con su KTM 890R, enfrentando los terrenos difíciles sin miedo, mientras Enea, a bordo de una Ducati Scramble, nos mostró cómo combinar velocidad y estilo. Antonio, con su confiable Norden, y yo, Alejandro, con mi Yamaha Teneré, cerrábamos el grupo, listos para lo que Portugal nos tenía preparado.
Día 1 ruta Portugal trail: El Primer Reto y la Baja Inesperada
Partimos de Cádiz con la energía y el entusiasmo al máximo, listos para los 10 días de travesía que nos esperaban. Pero apenas el primer día ya nos demostró que este viaje no sería sencillo. En la pista que rodea el parque de Coto Doñana, Jose, uno de los nuestros, cayó en un bache que no vio a tiempo. El impacto fue lo suficientemente fuerte como para doblarle la llanta de su moto. Con herramientas improvisadas —piedras, ramas y cualquier cosa que sirviera— intentamos enderezarla, pero nada funcionó, y al final, la única opción fue llamar a la grúa.
Jose quedó un poco decepcionado, y el grupo también sintió su ausencia al continuar el trayecto. Sin embargo, nuestro ánimo no decayó; sabíamos que teníamos muchos kilómetros por delante y que Jose podría unirse nuevamente. Y así fue: al final del día siguiente, cuando llegamos al sitio donde pasaríamos la noche, ahí estaba él, listo para seguir con nosotros. Fue un momento de alegría y compañerismo que nos dio fuerzas para lo que venía.
Aventura off-road entre Barro, Arena y Ríos
A medida que avanzábamos hacia el interior de Portugal, los caminos se volvían cada vez más retadores. Las lluvias recientes habían convertido varias de las pistas en una serie de tramos embarrados y resbalosos que ponían a prueba nuestras habilidades y nuestra resistencia. Las motos trail que llevábamos, además de ser pesadas, estaban cargadas con el equipo necesario para acampar y afrontar esta aventura de diez días. No era nada fácil, pero eso hacía la experiencia aún más emocionante.
Al llegar a zonas de arena y a subidas pedregosas, cada kilómetro era una prueba de destreza. Eduardo nos recordaba los principios básicos de equilibrio y control, algo que agradecimos en más de una ocasión, también al ayudarnos a subir nuestras motos por un par de pendientes duras. Entre tramos de barro y terrenos irregulares, el ambiente estaba lleno de risas y palabras de ánimo. El espíritu de equipo se sentía fuerte, y cada vez que alguien enfrentaba un obstáculo, el grupo estaba listo para ayudar. Y entre todo este esfuerzo, el paisaje nos ofrecía vistas espectaculares de montañas, lagos y ríos, de las llanuras del parque natural del Guadiana y de pequeños pueblos rurales donde hacíamos paradas obligadas para descansar.
Encuentros con la cultura portuguesa y Descanso durante el viaje guiado en moto
Uno de los aspectos interesantes de este viaje fue el contacto con la cultura portuguesa. Al pasar por pueblos rurales, encontrábamos la oportunidad perfecta para hacer un alto, disfrutar de la hospitalidad de la gente y degustar algunos platillos locales como el bacalao. Las paradas en Mértola, Serpa y otros pueblos fueron momentos memorables, donde compartimos charlas, café y comidas que nos recargaban de energía para seguir adelante.
En un par de ocasiones, decidimos acampar en campos cercanos a los poblados. Estos momentos de conexión con la naturaleza y de tranquilidad después de un día de acción fueron mágicos. Sin embargo, el frío nocturno no daba tregua, y la mayoría de las noches optamos por hospedarnos en los bungalow de los campings, albergues o en alojamientos locales. El descanso bajo techo era necesario para recuperar las energías después de recorrer unos 150 km diarios por pistas de tierra, cruzando ríos y campos, y enfrentando todo tipo de terrenos.
Superando Obstáculos y Riendo en Equipo
Durante el viaje, nos encontramos con más de un contratiempo, como era de esperarse en una aventura así. Uno de los momentos más críticos fue cuando mi moto sufrió un problema con la pastilla de freno trasero. Afortunadamente, estábamos cerca de Mértola, donde encontramos un pequeño taller y logramos reparar la moto sobre la marcha. Estas situaciones, aunque inesperadas, fortalecieron el espíritu de equipo y nos recordaron que cada dificultad es parte de la experiencia.
Las risas y el buen humor nunca faltaron. Cada vez que alguien enfrentaba una zona de barro complicada o cruzábamos un río, las bromas y los ánimos estaban presentes. Esta camaradería y la actitud positiva hicieron que, a pesar de los desafíos, cada día se sintiera como una victoria compartida.
La Recta Final de la ruta off-road y la Despedida en Cádiz
Los últimos días del viaje nos ofrecieron un clima ideal. Portugal nos despedía con cielos despejados y temperaturas perfectas para disfrutar del camino. La emoción de haber superado cada obstáculo, desde las zonas embarradas hasta los ríos y las subidas pedregosas, se sentía en el aire. Y aunque las motos y nosotros estábamos llenos de polvo y barro, el sentimiento de satisfacción era indescriptible.
Al regresar a Cádiz, Eduardo nos tenía una sorpresa para celebrar en grande. Nos dirigimos al Romerijos, en el puerto de Santa María, para una comida de despedida que nadie olvidará. La langosta y los frutos del mar fueron el premio perfecto para cerrar esta aventura. Entre risas y recuerdos compartidos, brindamos por la experiencia, por el compañerismo y por haber llegado en una sola pieza, a pesar de los imprevistos.
Reflexiones Finales de la aventura en moto trail por Portugal
Este viaje llamado Portugal Trail fue más que una travesía en moto; fue una experiencia de vida. La ruta TET, los paisajes espectaculares y los del terreno hicieron que cada kilómetro valiera la pena. Pero, sobre todo, fue el compañerismo, el espíritu de aventura y la pasión por las motos lo que realmente nos unió y nos dio la fuerza para superar cada obstáculo.
Con Eduardo Naval como guía, nos sentimos inspirados y motivados a dar lo mejor de nosotros en cada tramo. Su experiencia y su conocimiento fueron clave para que la aventura fuera un éxito. La próxima vez que alguien nos pregunte por qué elegimos esta vida de rutas y aventuras, solo necesitaremos recordar esta travesía por Portugal, donde el barro, las risas y el esfuerzo nos enseñaron el verdadero significado de ser un Osado de las Trail.
Para quienes sueñan con aventuras sobre dos ruedas, esta experiencia es una invitación a unirse a la próxima. Portugal Trail fue solo el comienzo; el camino sigue y las ganas de seguir explorando no tienen fin. Alejandro